Soy de esos que no pueden dejar de escuchar música. Un coleccionista empedernido que disfruta de una buena balada como de una canción muy rítmica. Así que al comenzar a escribir mi primera novela, la música acompañaba a cada palabra escrita. Recurrí a nombrar algunos títulos de canciones para poder ayudar al lector a ubicarse en la época en que se desarrollaba el relato.
Después de haberla terminado, dándole un poco de respiro para volver a revisarla, se me ocurrió escribir unos versos para ver si podían convertirse en una canción. El primer verso que se me ocurrió fue: Cuando te conocí, me dejaste sin palabras. Luego, como un chef que prepara un delicioso platillo, le fui agregando más ingredientes. El resultado fue mi primera incursión como letrista y, finalmente, como productor de una canción.
El letrista
Además de querer que, en la palabra escrita, el lector sintiera la pasión por la música de Derian, el protagonista, no como músico, sino como un ferviente admirador de lo que él consideraba grandes producciones musicales, también quería probar si era capaz de escribir la letra de una canción.
Inspirado en las vivencias del protagonista, esta vez, a través de versos, pude narrar parte de los acontecimientos de la novela, sin revelar demasiados detalles, para que funcionara como un adelanto, como un tráiler de película en el cine, solo que, en este caso, sería una canción.
Con eso en mente preparé el relato cantado, tratando de transmitir la incertidumbre en la que se encontraba Derian. Para lograrlo escribí el verso: ¿Qué puedo hacer ahora, si hay una niña que suspira por mí y de amor me habla? Y luego, el fulminante verso: ¿Por qué quieres que vuelvas si solo angustias dejabas?
Lo mejor fue que me estaba divirtiendo y disfrutando todo el proceso creativo. Cada palabra escrita o cada palabra borrada jugaron un papel importante en el desarrollo del relato. Cada decisión sobre las palabras confrontaba mis propias ideas, convirtiéndose en una especie de debate interno en la búsqueda de lo que quería transmitir.
La música

Contar con un presupuesto limitado me obligó a explorar nuevos caminos y descubrir alternativas, pero como buen apasionado de la tecnología no dudé en hacerlo. Toda mi carrera profesional la he dedicado a investigar, estudiar, practicar y crear aplicando nuevas tecnologías, así que esto no sería diferente.
Tenía definida la estructura de la canción: la introducción, los versos, los coros, incluyendo los puentes musicales y hasta las pausas. Quería una canción que fusionara la rumba flamenca con un estilo menos rítmico, sin llegar a ser una balada. Buscaba un punto intermedio entre ambos estilos, logrando equilibrio entre ritmo y emoción.
Haciendo uso de la inteligencia artificial, busqué una melodía y una voz con la que poder trabajar la letra que había escrito, y luego mejorar otros elementos. Después de tener casi toda la canción, agregué unos versos adicionales y pausas para dar un mayor impacto al final. Actualmente, existen herramientas de IA que te permiten tomar cada elemento de la canción e ir mejorándolo hasta lograr algo que te guste.
Fueron varios días de trabajo hasta conseguir la canción. Luego pasé al proceso de masterización, lo hice con software convencional. Hice ajustes básicos, como ecualización y normalización del volumen. Para que sonara lo mejor posible dentro de los recursos disponibles. Ya había trabajado en esto antes, pues tengo una ahijada cantante y me tocó editar algunas de sus grabaciones en vivo.
Banda Sonora
Así fue como logré crear la banda sonora de mi novela Segundo Ciclo: Relatos de barrio. Escribí seis letras y seguí el mismo proceso con cada una de ellas. Fue una incursión que, aunque no me alejó de la tecnología, nunca había realizado.
No fue algo que se me ocurrió desde un principio, pero terminó formando parte del proceso. Siempre doy tiempo para que las ideas vayan condimentando el guiso. Una vez que está listo, puedo ponerlo en práctica y compartir el resultado con los demás.
Los videos
Para poder hacer llegar las canciones al público, recurrí al video. Edité dos videos para subir dos canciones en Youtube. Como me interesaba que prestaran atención a la letra, opté por los videos con letras, que se han hecho muy populares. Este recurso es ampliamente utilizado por intérpretes reconocidos para presentar sus propuestas al público.
De fondo puse parte de la ilustración que preparé para la portada del libro y agregué otras ilustraciones que hice especialmente para el video. De esta manera, creé algo de revuelo y expectativa para el lanzamiento de la novela.
Como ejemplo, aquí te dejo la segunda canción que preparé, la titulé ‘Me enseñaste a sentir’. En este caso, expresa lo que piensa la coprotagonista después de reencontrarse con Derian.
El proceso fue enriquecedor en todos los sentidos. Fue un trabajo de obrero, construyendo cada elemento con las herramientas tecnológicas con las que disponía. Algunas ya conocidas por mí y una de ellas totalmente nueva.
Una amiga me preguntó cómo yo, siendo tan reservado, me atreví a escribir algo que revela mucho sentimiento. Creo que ahora entendí lo que han dicho los que se han atrevido. En cada pieza u obra escrita siempre uno deja algo de sí mismo. Yo no fui la excepción.
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